lunes, 23 de noviembre de 2015

Qué es una dieta sana


Para empezar debemos dejar claro que una dieta sana y equilibrada es la que logra que nuestro organismo funcione de forma  óptima. Una dieta sana debe ser rica en alimentos origen vegetal y fibra, y consecuentemente pobre en grasa de origen animal, dulces y productos excesivamente



calóricos. Una dieta sana es aquella capaz de evitar problemas relacionados con la obesidad y trastornos cardio-vasculares. En consecuencia:

¿Qué es una dieta sana?

A decir de los expertos, para que nuestra dieta sea sana y equilibrada debe contener al menos dos raciones de verdura diaria, una en la comida y otra en la cena; de 2 a 3 piezas o raciones de fruta al día; de 2 a 3 raciones de alimentos proteicos al día (carne, pescado y huevos, de preferencia poco grasos), cereales o féculas ricos en fibra, tales como la pasta, el arroz o el pan integral o las legumbres; y evitar el azucar y alimentos dulces como mermeladas, bollería, pastelería industrial, alimentos precocinados y bebidas azucaradas.

Otro de los aspectos que recomiendan los expertos es repartir la ingesta alimentaria a lo largo del día, y hacer por lo tanto 5-6 comidas diarias: desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y un algo muy ligero antes de dormir. Ello favorece el autocontrol sobre la comida y la ansiedad.

En definitiva  es mejor repartir, a lo largo del día el consumo de calorías.

¡No ceno, para adelgazar, o sólo un vaso de leche, o fruta, o ambos, o si no un tazón de leche con cereales, o….!

Debemos alejar de nuestra mente estos tópicos o aptitudes sobre, si saltarse comidas o no cenar, o si cenar leche con cereales o solo frutas nos ayuda a bajar de peso o adelgazar. 

Para empezar hay que dejar claro que no está demostrado que saltarse alguna comida ayude a adelgazar. A pesar de que la base de cualquier dieta, baja en calorías, para controlar el peso consiste en reducir la ingesta calórica, no se recomienda saltarse comidas para conseguirlo. Lo mejor es repartir la ingesta de calorías a lo largo del día, lo que puede ayuda a controlar el hambre y la ansiedad. No cenar puede hacer que a la mañana siguiente tengamos mucho apetito, o no merendar puede hacer que tengamos mucha hambre antes de la cena; y por tanto acabaremos picando algo antes de la cena, o desayunando mucho más de lo habitual a la mañana siguiente.

La cena es la última comida del día, y es cierto que no debe ser una comida copiosa y abundante, sobre todo si vamos a acostarnos, pero saltársela no ayuda a adelgazar ni a llevar una dieta sana y equilibrada.

El control calórico de la cena es importante si queremos adelgazar. No obstante, sustituir la cena por algún alimento concreto -como fruta o leche con cereales- consigue que se disminuya la ingesta de verdura y proteína. El resultado de estas prácticas es el contrario al deseado y lo único que consigue es alterar el equilibrio de la dieta; ten en cuenta que el aporte calórico de un tazón de leche y cereales o un tazón de frutas es el mismo que una ensalada y un huevo duro, pero pese a las mismas calorías la ensalada y el huevo tienen un equilibrio proteico y de fibra que para nada aportan los anteriores.

En definitiva comer sano es comer variado, tanto en calidad como en cantidad


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